Planificando en tiempos de pandemia. Going online

Reencuentro...y seguimos

En estos tiempos donde reina la globalización y los límites entre países se disipan,   un virus nos convoca a rescatar lo mejor de nuestra “humanidad”. En nuestro caso, sentimos que retomar la presencia en las redes es fundamental para estar con otros, para compartir nuestra experiencia y sumar nuestro granito de arena en lo que nos motiva y apasiona.

En esta circunstancia, nos anima poder aportar nuestra experiencia, compartiendo  lo que fue pasar a la virtualidad en una oportunidad anterior ( gripe A (H1N1), junio de 2009). Hoy, esto vuelve a imponerse como una necesidad para todos, para  acortar distancias y seguir con nuestra labor.

En esta idea de solidaridad queremos compartir lo aprendido y “cosechado” a partir de los errores y aciertos de aquella experiencia. No es nuestra intención “determinar” cómo o qué hacer, sino gestar una invitación a pensar juntos sobre lo que implica enseñar en tiempos de aislamiento físico.  

Procuraremos exponer algunas ideas, incluso las más obvias, compartiendo nuestras dudas, errores, inquietudes y aciertos.  

·       ¿Es igual a una clase presencial? 

Evidentemente, la virtualidad no reemplaza a lo presencial. Incluso una clase online, sincrónica no sucede de la misma manera. Es importante reconocer que hay una cantidad de elementos ausentes y fuera del registro del que conduce la clase (distracciones, ruidos). De la misma manera sí pueden estar presentes elementos que no aparecen generalmente en una clase tradicional (ej: acceso a bibliografía específica, animaciones, realidad aumentada).  

Hoy una de las plataformas que nos posibilita las clases sincrónicas, es Zoom. También Google Hangouts o Skype  Fundamental: la planificación previa.  Los alumnos necesitan conocer de antemano, la agenda para poder aprovechar el encuentro; conocer la temática, tener en claro si vamos a resolver dudas, compartir conclusiones, etc.

·       “¿Y si les mando un Power Point?”

Pensar que enviar a los alumnos una presentación digital puede reemplazar una clase es ignorar la tarea del profesor. Una presentación en PPT enviada sin otro tipo de consigna o pauta; podría asemejarse a una clase expositiva donde el profesor habla y los alumnos escuchan,  callados, sin posibilidad de intervenir. ¿Es esto lo que buscamos? 

Sí podríamos pensar en una presentación en PPT  a través de una aplicación como  Hypersay  donde los alumnos pueden responder preguntas en tiempo real mientras el profesor presenta las diapositivas,  abriendo la posibilidad de interactuar con el contenido. O Flipgrid, una plataforma de aprendizaje social que permite a los profesores y estudiantes realizar discusiones en vídeo sobre un tema propuesto. 

·       “Les mando las tareas a realizar para cada día.”

Es fundamental tener en cuenta que del otro lado de la pantalla NO hay profesores. Al enviar una lista de actividades a realizar, estamos delegando en los padres o alumnos la responsabilidad de crear las condiciones para facilitar el aprendizaje. La realidad es que difícilmente se puedan responder dudas o preguntas que surgen en el momento de realizar las tareas (tanto por parte de los alumnos como de los padres), lo que puede llevar a frustrarse y abandonar completamente el trabajo.  Las extensas listas de trabajos y tareas a cumplir puede generar presión adicional en las familias, especialmente en las que se esfuerzan por cumplir con lo asignado.  

¿Qué aprendimos de la experiencia de H1N1?

• El tiempo de escuelas cerradas nos demostró que es más útil para recuperar conocimientos y reforzar aprendizajes, que para impartir nuevos. Para dedicar más atención al desarrollo de estrategias que al de completar actividades. Estrategias fundamentales para el futuro como preparar una presentación en  Glogster   o Canva o una línea de tiempo en Timelinr 
• Nuestros alumnos son expertos usuarios de tecnología, aplicaciones, videos, música y cuanta pantalla lúdica podamos pensar. Ahora, puestos a trabajar en una procesador de palabra o una presentación de diapositivas, es una historia muy diferente. No hace falta desesperar, ni utilizar horas de encuentros virtuales para convertirlos en expertos. En la actualidad hay infinidad de videos online, con profesores que explicarán con la misma sonrisa, cuantas veces sea necesario el proceso. En este caso, si pueden ser de gran utilidad los papás que trabajan con estas herramientas. Si no es éste el caso pueden consultar Curso de word Curso Power Point.
• También es un buen momento para fomentar hábitos de trabajo y estudio. Es imprescindible la colaboración de los papás. Dar consignas claras y concisas de tiempo de trabajo, rutinas, plazos de entrega, encuentros sincrónicos. Esto también ayuda a las familias a organizar su día.
• Resultaron particularmente útiles las plataformas virtuales. Nos permitieron organizar el trabajo, las consignas, los plazos de entrega. Incluso compartir fotos, pautar encuentros. Es sencillo configurarlas y cada vez son más “amigables”.  Las más populares Edmodo y Google Classroom. Consigna fundamental: explicar detalladamente hasta lo evidente. Al  compartir material para trabajo individual es imprescindible explicar cada paso y tarea a realizar. Explicitar qué esperamos que hagan con el material y de qué forma pretendemos que trabajen. Es crucial  incluir material visual que acompañe cada entrada, esto asiste en la comprensión y favorece la atención.         
• Especial atención a la retroalimentación que aporta el docente, chequear, indagar si comprendieron la consigna, un diálogo ameno donde nos “encontramos” con nuestros alumnos. Esta instancia no puede dejar afuera el vínculo y contacto con ellos. Tenemos una oportunidad para relacionarnos con nuestros alumnos desde otro lugar. Podemos compartir experiencias, acompañarlos, escuchar un poco más. Los encuentros sincrónicos pueden ser una buena ocasión para mostrarnos un poquito menos en el rol de profesor.  
• Buscar formas de sostener la comunicación en el tiempo. En un principio es fundamental pautar la frecuencia en la que estableceremos contacto. Cuándo tendremos encuentros sincrónicos, cuándo enviaremos tarea, si abrimos algún espacio para preguntas y dudas. Es importante sostener nuestra “presencia” de manera diversa a lo largo de los días. No necesariamente deben ser videoconferencias, ni todo debe estar ceñido al trabajo. En aquella oportunidad abrimos espacios específicos con material lúdico adecuado a sus edades. Esto fue particularmente útil para los más chicos ya que los papás dudaban sobre el material adecuado para sus hijos. 
• Reconocer como válida la diferencia entre una clase presencial y una virtual, se hace necesario ajustar las expectativas de logro y la evaluación. Sin entrar en grandes debates sobre el tema, hay múltiples aplicaciones de preguntas y respuestas. Un ejemplo es Kahoot! o Quizlet plataformas gratuitas que permiten la creación de cuestionarios de evaluación. También el cierre de un proyecto puede ser Twitter (respuestas cortas individuales) Padlet   (para presentaciones multimediales)
• Las preguntas abiertas con variedad de formatos en las respuestas nos ofrecieron excelentes oportunidades para que los alumnos se expresaran con más autonomía y creatividad.  Además es necesario contemplar la posibilidad de que no todos los alumnos pueden disponer a voluntad de una computadora. Hay múltiples aplicaciones que habilitan respuestas a través de un celular o tablet. 

Hasta aquí las primeras ideas recuperadas de nuestra memoria y quehacer. Aquella fue una dura prueba; en el año 2009 la mayor parte de las herramientas y aplicaciones que recomendamos aquí, no existía o ha sido superada por mejores. La cantidad de computadoras y hogares conectados a Internet era considerablemente menor. Las condiciones para llevar nuestras aulas a la virtualidad hoy es tangiblemente más sencillo. Quizás el rasgo que sí recordamos con claridad es la generosidad de colegas en aportar, ayudar, acompañar en el proceso.  Una huella que llevamos dónde vamos. 

Seguimos cerca, leyéndonos.