Hace unas horas volvimos de un nuevo encuentro con docentes donde buscamos compartir nuestra experiencia en la integración de la tecnología a las prácticas en el aula. Y es tan visible el proceso por el que pasan mientras se acercan, abren sus máquinas y se preparan para empezar. Con un poco de intriga y hasta reparo, un poco de curiosidad pero también convencimiento de que tenemos que cambiar, entregan desinteresadamente su tiempo y se disponen a dar estos primeros pasos. Y aunque ya van varios grupos con los que hemos compartido, no deja de conmovernos la disposición, la voluntad y ganas para entregarse, para intentar rediseñar lo que hasta ahora venimos haciendo frente a nuestros alumnos, a probar otro lugar.
Porque sabemos que en estos primeros pasos lo presencial y el acompañamiento definen la relación, es que planteamos estos espacios. Claro que lo virtual es el mejor medio por todas las ventajas que habilita, pero sólo después de establecida esta "empatía" entre la tecnología y el docente. En nuestra experiencia los primeros momentos son fundamentales, la presencia del mentor para provocar y acompañar el proceso de apropiación. El mentor como colega que ha transitado ese mismo camino, que conoce el proceso, puede prever las seguras instancias de error y frustración pero también anticipar las de logros y conquistas.
Establecer esta relación de colaboración, de objetivo común necesita, en su comienzo, de lo presencial. Lo virtual seguramente será buscado y alentado luego de transitar esta primera etapa una vez constituida esta relación, cuando el espacio que hoy es nuevo se vuelva conocido.
Y después de compartir algunas horas las vemos irse con nuevo impulso y miradas renovadas, nosotras quedamos radiantes esperando un nuevo grupo para seguir.
AIRE digital on PhotoPeach
Porque sabemos que en estos primeros pasos lo presencial y el acompañamiento definen la relación, es que planteamos estos espacios. Claro que lo virtual es el mejor medio por todas las ventajas que habilita, pero sólo después de establecida esta "empatía" entre la tecnología y el docente. En nuestra experiencia los primeros momentos son fundamentales, la presencia del mentor para provocar y acompañar el proceso de apropiación. El mentor como colega que ha transitado ese mismo camino, que conoce el proceso, puede prever las seguras instancias de error y frustración pero también anticipar las de logros y conquistas.
Establecer esta relación de colaboración, de objetivo común necesita, en su comienzo, de lo presencial. Lo virtual seguramente será buscado y alentado luego de transitar esta primera etapa una vez constituida esta relación, cuando el espacio que hoy es nuevo se vuelva conocido.
Y después de compartir algunas horas las vemos irse con nuevo impulso y miradas renovadas, nosotras quedamos radiantes esperando un nuevo grupo para seguir.
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